viernes, 13 de mayo de 2011

Yo te amé

En aquellas noches de vigilia
donde nuestros cuerpos jugaban a ser uno
y nuestras almas encendían el fuego,
yo te amé

Cuando tu lengua se escondía en mi boca
y yo contento la abrigaba (protegiéndola)
mientras nuestros labios se abrazaban,
yo te amé

Cada vez que nuestras manos se trenzaban
o que tus brazos me rodeaban
o simplemente tus ojos miraba,
yo te amé

Las veces que nuestros pies juntos avanzaban
uno a la par del otro, y viceversa, en perfecta armonía
rumbo al universo caótico de la felicidad,
yo te amé

La primera vez que sentí el calor dentro de mi
(el calor del fuego cuya llama es el amor)
y sentí lo que se siente amar,
yo te amé

Durante aquél crepúsculo fantástico
cuando nos escapamos del resto
y con firmeza ignoramos el frío,
yo te amé

En aquél viaje de vuelta cuando sentí que dejaba la mitad
cuando me invadía la melancolía por dejarte allá
y hasta el fruto más dulce parecía amargo comparado con vos,
yo te amé

En el instante el que te vi y comprendí todo
en el que me tocaste y te sentí, querida
yo ya sabía del triste final que nos acechaba,
pero, vos lo sabés, te amé de todos modos

martes, 10 de mayo de 2011

La daga y la bestia

Oigo tus voces, gritándome o callando
da igual, son dos formas de herirme

veo la falsa sonrisa que me da tu cara

sabés bien que no podés engañarme


Seré yo el culpable por pensar

que algún día me entenderás

seré yo el culpable por intentar

¿Quién creía que te ibas a enojar?


Pero esa paz, que vos tanto anhelas

cómo la podés ganar si nunca parás

si nunca pensás que no está todo dicho

que quizá el mundo tenga un mellizo


Es difícil preparar la defensa

cuando el que te va atacar

es alguien que creías iba a estar

luchando codo a codo, a la par


Yo ya no quiero esperar, si vos me vas a crucificar

mejor hacelo ya ¿Porque me dejás sangrar?

hurgando en mi herida, encima llorás

¿Qué más? ¿Qué más te puedo dar?


Si yo soy bestia y vos cazador

por qué tocás esa música

y escondés la daga

¿Por qué me tendés tal celada?


Te veía apuntar, a alguien le querías pegar

sabía que eso iba a tener un mal final

y esta vez fui yo el que tuvo que pagar

si al menos hubiese podido callar...


Una miríada de reproches me acechaban

traté de calmarlos mas logré agrandarlos

escapé agónico buscando refugio

pero me alcanzaste y me aniquilaste


Si tan sólo entendieras mis ladridos

dejarías de pegarme por el ruido..